Un tren chocó a un auto y destrozó cuatro viviendas

La formación arrastró por las vías al vehículo abandonado y tiró abajo las paredes traseras de las casas. En dos de ellas había niños durmiendo.

Policiales 03 de abril de 2019 Diario Primicia Diario Primicia

Daiana Esquivel estaba aún en la cama y pensó los vasos del comedor se caían por la vibración ante el paso del tren justo al costado de su casa, pero fue mucho más que eso. La formación que atraviesa barrio Ludueña casi rozando las viviendas, se había topado en el camino con un vehículo abandonado que, al ser embestido, derrumbó las paredes de cuatro de las casas ubicadas en el tramo que va de Humberto Primo a Junín. Se trató de las habitaciones traseras, y en dos de ellas dormían niños. "En la pieza nuestra duermen los hijos de mi marido todos los fines de semana, no termino de agradecer que haya sido martes y no sábado", contó todavía conmocionada la mujer. Durante el mediodía y la tarde, los vecinos intentaban rescatar ladrillos para ser reutilizados y terminar de levantar las paredes antes del anochecer. Pero la necesidad de contar con otros materiales —ladrillos huecos, arena y cemento— los obligó a hacer un pedido solidario.

El auto quemado y abandonado llevaba días en la zona y todos lo habían visto. Sin embargo, en la madrugada del martes, según contaron, "alguien" —nadie pudo dar detalles de quiénes ni cuántas personas— lo puso sobre las vías del ferrocarril que atraviesan Ludueña.

Por eso, cuando sobre las 9 de la mañana, el tren llegó a la altura de Humberto Primo, se topó con el vehículo en estado de chatarra y lo arrastró sobre las vías.

Las paredes traseras de las viviendas, y la mínima distancia que las separa del paso del tren, quedaron destrozadas al paso del auto.

Atemorizados

En todos los casos, contó Diana, se trata de viviendas que tienen ingreso sobre San Jerónimo, una calle del barrio que tiene apenas cuatro cuadras que van de Juan José Paso al pasaje Franco; y en todas ellas los muros que cayeron de forma violenta eran la parte trasera de las casas, donde los vecinos habían levantado las habitaciones.

"Yo escuché movimiento de cosas en la planta baja y pensé que eran los vasos del comedor que se caían con la vibración del paso del tren, pero enseguida nos dimos cuenta de que era más que eso", relató la mujer, quien detalló que en su casa se derrumbó la pared de la habitación de la planta baja y de un lavadero.

Si bien en su caso no había nadie durmiendo en el cuarto trasero, contó que todos los sábados se quedan a pasar la noche los hijos de su marido y ocupan esa habitación.

"Mi nena es chiquita y duerme arriba con nosotros, pero si estaban los chicos, todos los ladrillos se les hubieran caído en la cabeza", afirmó.

En otra de las casas, la mujer sí dormía en esa habitación con una de sus hijas, pero llegó a salir a tiempo.

"La chica escuchó todo, salió corriendo para el comedor y pudo evitar golpearse", agregó Daiana, y apuntó que una situación similar sucedió en otra de las casas donde dormían dos chicos.

Ayuda

Levantar nuevamente las paredes y reconstruir las habitaciones antes del atardecer era el objetivo que se pusieron los vecinos desde temprano, y para eso empezaron a recuperar los ladrillos que habían quedado enteros.

"No pueden estar con toda la casa abierta", dijo otro de los vecinos mientras colaboraba. Fueron muchos los que se acercaron a dar una mano, e incluso quienes llegaron con materiales para aportar.

"Lo bueno es que mi marido y otros hombres trabajan en la construcción, así lo pueden hacer ellos mismos", apuntó la mujer, aunque, como sus vecinos, solicitó colaboración a quienes puedan aportar ladrillos, arena y cemento. Para eso, se pueden comunicar al teléfono 153-037696.

Fuente: La Capital

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