El cinismo electoralista de hacer política con los inundados

Recién habían pasado dos días de las elecciones del 27 de abril de 2003, donde Néstor Kirchner y Carlos Menem terminaron pasando a un ballotage que nunca se concretó y que declaró al santacruceño como nuevo presidente de la Nación.

Tras una serie de advertencias de organismos nacionales y no gubernamentales, que fueron ignoradas por las autoridades provinciales, la ciudad de Santa Fe iniciaba el 29 de abril los días más críticos de toda su historia cuando el río Salado ingresó por los sectores de un terraplén inconcluso.

No sólo apenas pasaron días de las Presidenciales, sino que también Santa Fe vivía una campaña de cara a las elecciones a Gobernador que se desarrollaron en septiembre de ese año.

La política electoral estuvo al orden del día, con un Carlos Reutemann recibiendo críticas de todos los sectores mientras el gobernador debía escapar de los centros de evacuados a los que fue, para los oficialistas, a ofrecer ayuda, y para los opositores a hacer proselitismo.

Los ejes de acusaciones no fueron disímiles a los que corren por estos días: canales clandestinos, advertencias climáticas desoídas y obras inconclusas que hubieran sido claves para frenar, en ese momento, una catástrofe que aún hoy tiene resabios en la población capitalina de Santa Fe.

BAJO AGUA.- La ciudad de Luján quedó inundada y las pérdidas son millonarias (El País/España)

El aPROvechamiento del alud

El 15 de febrero de éste 2015, cuatro localidades de las Sierras Chicas de Córdoba sufrieron diferentes aludes que se llevaron ocho vidas y centenares de viviendas. Los damnificados fueron miles y los daños millonarios.

En plena crisis, también jugó el electoralismo: el gobernador José Manuel De La Sota ya pensaba en las presidenciales y la ciudad de Villa Allende votaría a las pocas semanas, el 29 de marzo (sobre la fecha, se postergaron los comicios al 13 de julio).

El Comité de Emergencias había designado en la Agencia Córdoba Deportes de esa ciudad como centro de recepción de donaciones. Pero los camiones de Defensa Civil del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires nunca llegaron ahí: se instalaron frente a la casa de Eduardo Romero (quien luego ganaría la intendencia).

Según aseguraron los vecinos, los camiones estuvieron estacionados varias horas frente a la casa particular del entonces candidato a intendente macrista y desde allí planificaron el reparto de donaciones entre los vecinos afectados de varios sectores barriales.

Siempre de acuerdo al testimonio de estas personas, los camiones entregaron distintos productos de manera directa entre las familias afectadas, con folletos propagandísticos de la candidatura presidencial del jefe de Gobierno de Buenos Aires.

Romero, lejos de negarlo, se fotografió con las donaciones en la puerta de su casa y declaró que "a la gestión en Buenos Aires la hago yo, porque tengo un grupo de amigos que me mandan donaciones a mí, para que yo las distribuya acá ". 

Falta de previsión meteorológica, no tener planificación ante catástrofes, las urbanizaciones descontroladas y las obras no realizadas, los ejes que nuevamente aparecieron.

Semanas después, De La Sota haría campaña con la ayuda a los damnificados mediante spots que salieron al aire en algunos canales de la televisión nacional.

VILLA ALLENDE.- Los camiones de Defensa Civil frente a la casa de Romero (La Mañana de Córdoba)

Ahora, Buenos Aires

Fuera de la inundada ciudad de Luján y sus vecinos realojados, la polémica política arrecia. Tanto que Scioli, que tenía previsto estar toda la semana en Italia con el tratamiento de su brazo —que le lleva un doctor en Milán—, se volvió precipitadamente e incluso canceló una cita con Matteo Renzi, el primer ministro italiano.

Las críticas de la oposición siguen siendo muy fuertes e incluso gente de su partido, como el intendente de San Antonio de Areco, al norte de Buenos Aires, reprochan su ausencia.

Mauricio Macri aprovechó ese vacío para ofrecer los medios de la Capital a Luján y otros lugares afectados. Más duro fue el otro presidencial, Sergio Massa, quien dijo que "mucha gente no sabe que la responsabilidad es de Scioli”.

El párroco de Salto, otro municipio inundado, Domingo Pisoni, fue incluso más lejos: "la corrupción no sólo mata, como se dice. También inunda".

Daniel Scioli considera "campaña sucia" las críticas que recibió en redes sociales por su accionar en las recientes inundaciones y decidió hacer una "presentación técnica" ante de la Dirección Nacional Electoral en contra de Cambiemos.

Desde la administración sciolista indicaron que no se trata de una denuncia penal, sino una exposición ante el organismo electoral, ya que consideran que la finalidad de la difusión de las imágenes es afectarlo de cara a las elecciones general de octubre.

Scioli acusó a su rival de la alianza Cambiemos, Mauricio Macri, de montar "una campaña sucia y negativa" para sacar rédito político luego de las inundaciones que afectaron a varios distritos de la provincia de Buenos Aires.

Desde el PRO salieron al cruce de las acusaciones, alegando que "es una barbaridad que en vez de estar ocupándose de resolver los problemas, estamos discutiendo este tipo de cosas. Ha cambiado el criterio el gobernador, antes intentaba resolver los problemas, pero ahora se “cristinizó”, echándole la culpa a otro y creando complot", replicó el electo vicejefe de gobierno porteño, Diegi Santilli.

Sin embargo, el cinismo del candidato presidencial de Cambiemos no resiste un archivo. Cabe recordar que, en 2013, cuando se produjeron lluvias torrenciales de magnitud sobre la Ciudad de Buenos Aires, gran cantidad de barrios resultaron afectados y perdieron la vida 8 personas. Mientras ocurría el desastre, el jefe de gobierno porteño vacacionaba.

Aun hoy en los medios de comunicación siguen los debates entre políticos, formulándose entre ellos sobre quién tiene la culpa de la catástrofe: si los agricultores por los canales clandestinos o los gobernantes por la falta de obras y el descontrol de las urbanizaciones. En tanto esto pasa, en los municipios los inundados vuelven lentamente a casa a limpiar y ordenar, a contar todo lo perdido e intentar recuperarse como se pueda.

Los meteorólogos anuncian un octubre con lluvias más intensas de los normales, y no son alentadores los pronósticos climáticos de cara al 25 de octubre, cuando los argentinos deban ir nuevamente a las urnas.