Lifschitz y Perotti se pusieron cara a cara para ordenar la transición y sacarle ruido

Se juntaron a solas el jueves pasado en Rosario. Fue luego de algunos cruces públicos entre funcionarios y referentes del equipo técnico del gobernador electo

Provinciales 24 de septiembre de 2019 Diario Primicia Diario Primicia

Este lunes el gobernador Miguel Lifschitz convocó a periodistas de la ciudad de Santa Fe para abordar varios temas. En ese encuentro, del que también participaron el ministro de Gobierno, Pablo Farías y su par de Economía, Gonzalo Saglione, hizo pública una reunión que mantuvo a solas con el gobernador electo Omar Perotti. Eso sucedió el jueves pasado, en la ciudad de Rosario.

Ese cara a cara que tuvieron Lifschitz y Perotti llegó en un momento donde los actuales funcionarios y los referentes en el proceso de transición del gobernador electo comenzaron a tener cruces mediáticos. Hasta el propio Lifschitz salió a decir públicamente que tenía un cálculo sobre el déficit provincial que era diferente a la valoración que hizo Rubén Michlig en una entrevista con UNO Santa Fe donde estimó una proyección hacia fin de año del rojo en las cuentas que "equivale a dos masas salariales".

Por eso, la reunión del rosarino y el rafaelino tuvo como objetivo, además de compartir información sensible, ordenar desde la política el proceso que están llevando a cabo los equipos técnicos.

En el encuentro con la prensa el gobernador hizo un repaso de los temas conversados con Perotti y el primer indicio de ese ordenamiento fue que Lifschitz anunció que esta semana enviará a la Legislatura una nota pidiendo postergar el envío del proyecto de presupuesto –la Constitución establece que eso debe suceder antes del 30 de septiembre– para después del 10 de diciembre.

Esa opción fue cavilada por Michlig en la entrevista del 15 de septiembre pasado con UNO. Pero inmediatamente el ministro de Economía de la provincia, Gonzalo Saglione, había desestimado esa posibilidad en una entrevista con LT8 de Rosario donde afirmó: "No me parece saludable que (el proyecto) ingrese a la Legislatura después del 10 de diciembre próximo. Tendría muy poco tiempo para ser discutido". En el mano a mano de Lifschitz y Perotti esas diferencias se limaron.

En tanto, al ser consultado sobre qué se habló en materia de seguridad respondió que "Perotti mostró su preocupación por lo que está pasando" pero dijo que hasta el momento no es un tema sobre el que se haya avanzado en la transición. De todas formas, Lifschitz confió que después de las elecciones del 27 de octubre –Perotti le dijo que ahí comenzará a definir su gabinete– será el momento de avanzar de manera más puntual sobre las diferentes áreas de gobierno.

El temario se completó con un repaso general por la situación económica y financiera de la provincia y del país, la realidad de los municipios y las comunas, la situación de los contratados, la concesión del agente financiero de la provincia –hasta el momento hay un solo oferente que es el actual, el Nuevo Banco de Santa Fe.

Uno de los puntos centrales fue el pedido que hizo Perotti de no avanzar con nuevas licitaciones, ya que el peso económico y financiero de esas obras recaería sobre su gestión en medio de una gran incertidumbre económica. Lifschitz dijo que accedió a esa solicitud, más allá de que anticipó que intentará mantener el ritmo de la obra pública hasta el final de su gestión. En ese sentido, aseguró que mantuvo reuniones con los sectores empresarios para tratar de que la ralentización de la obra pública tenga el menor impacto posible en la pérdida de empleos.

Además, Lifschitz le llevó información a Perotti sobre dos obras que son de gran importancia para Rosario y Santa Fe y que dependen de financiamiento internacional, por lo que requieren del acuerdo de la Legislatura provincial. Se trata de la segunda etapa del Acueducto Rosario Sur y la ampliación de la Planta Potabilizadora de la ciudad de Santa Fe.

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Por otra parte, Lifschitz dijo que le transmitió a Perotti el pedido de los miembros del Consejo Económico y Social de sostener esa instancia de diálogo y de institucionalizarlo. Para eso, el gobierno provincial ya envió un proyecto de ley a la Legislatura. También le brindó toda la documentación sobre los préstamos con el Fondo de la Opep (Ofid) y de Abu Dhabi que suman 130 millones de dólares.

La transición en Santa Fe se inició formalmente el 3 de julio pasado. El proceso será muy largo y el cambio de signo político hace que en la provincia se empiecen a escuchar ruidos que no se oían hace tiempo –la última y única de similares características fue la de 2007, entre Jorge Obeid y Hermes Binner. Pero el reloj corre y hay decisiones que tomar. Lifschitz y Perotti lo saben y empezaron a ordenar la agenda para que la política conduzca el proceso técnico. Ellos solos, cara a cara.

Fuente: UNO Santa Fe

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