El olor a alcohol se le sentía a metros de distancia. Pero él argumentaba que no tenía sentido que le hicieran la alcoholemia, pues no estaba manejando.
Consultado por los periodistas sobre cómo iba a regresar a la casa, dijo que se iba a tomar un taxi o un colectivo.
Finalmente, el taxi, un Fiat Siena, fue llevado al corralón y la caucionaron la chapa, mientras se determina si estaba o no en turno y los vecinos se quejaban de que siempre hay problemas por el consumo de alcohol en ese minimarket.
Fuente: Rosario3