Grecia le dijo "NO" al plan de ajuste europeo

En un referendum histórico, los griegos no aceptaron más presiones de la Unión Europea. La primera repercusión: renunció el ministro de Finanzas "para facilitar un acuerdo con los acreedores".

Sucesos 06 de julio de 2015 Idafe Martín

Grecia se amotinó ayer contra una política económica que desde hace un lustro puso al país de rodillas. Los griegos lanzaron en las urnas un contundente OXI (NO) a la dirigencia europea y respaldaron el desafío casi temerario de su primer ministro Alexis Tsipras. El NO sacó, con el 99% escrutado, un 61,31% de los votos frente al 38,6% de la opción por el SI.

El resultado abre un escenario de pesadilla para Grecia pero también para las elites europeas y sobre todo para la alemana Angela Merkel. Tsipras sale reforzado del referéndum en el frente interno. Se apostó desde Europa a su caída, pero este triunfo le coloca con más fuerza dentro de su formación Syriza, en la que al menos un tercio de los diputados quería desde hace meses cortar las negociaciones, hacer default y salir del euro.

El premier heleno se dirigió anoche a los griegos: “Han hecho una elección valiente, entiendo el mandato de que Grecia siga en la Eurozona. No hay soluciones fáciles, pero sí justas, necesitamos un acuerdo con condiciones de justicia social”. 

“La prioridad es la reapertura de los bancos”, señaló Tsipras en un discurso televisado. La votación tuvo lugar después de una semana de cierre de los bancos y de medidas de control de capital, en la que Atenas no pudo hacer frente al pago de unos 1.600 millones de euros (1.800 millones de dólares) al Fondo Monetario Internacional (FMI) y expiró su segundo programa de rescate europeo. 

El jefe de gobierno dijo que no hay ganadores ni perdedores de la consulta y señaló que su país sigue dispuesto a emprender reformas, pero advirtió que se necesitan inversiones y una reestructuración de la deuda. 

Renuncia del Ministro de Finanzas

El ministro de Finanas griego, Yanis Varuofakis, anunció hoy su renuncia, horas después de la victoria del "no" en el referéndum celebrado en el país heleno, en un gesto que busca contribuir a un acuerdo del gobierno con las instituciones europeas. 

"Poco después de anunciar los resultados del referéndum se me comunicó que había ciertas preferencias de algunos participantes del Eurogrupo de que sería mejor que estuviera ausente de estas reuniones", dijo Varoufakis a través de su blog.

Varoufakis agrega que "el primer ministro (Alexis Tsipras) consideró esa idea potencialmente útil para alcanzar un acuerdo" con los acreedores.

"Por ese motivo dejo hoy el Ministerio de Finanzas", explicó Varoufakis, principal negociador desde que el primer ministro de izquierda de Grecia asumió el poder el pasado enero con el compromiso de acabar con las politices de austeridad y renegociar la deuda con los acreedores internacionales del país heleno.

Los ministros de Economía y Finanzas de la eurozona han sido convocados a una reunión extraordinaria para mañana, según informó un vocero del presidente del Eurogrupo, el holandés Jeroen Dijsselbloem.

Los ministros de Economía y Finanzas de la zona euro esperan nuevas propuestas de Grecia de cara a la reunión que mantendrán el martes, apuntó hoy el Consejo Europeo.

"El Eurogrupo del martes comenzará a las 13:00 horas (8 hs de Buenos Aires), los ministros esperan nuevas propuestas de las autoridades griegas", tuiteó el departamento de prensa del Consejo Europeo.

La reunión se celebrará previamente a la cumbre de Jefes de Estado y Gobierno de la Eurozona -también extraordinaria-, anunciada para las 18 horas del martes por el presidente del Consejo europeo y de las cumbres del euro, el polaco Donald Tusk.

Las negociaciones con los acreedores se rompieron un par de semanas atrás luego de una última propuesta de la troika para un rescate griego, que Tsipras rechazó y dejó en manos de un referendum, que se celebró ayer en Grecia y que tuvo por resultado un contundente No, 61,4%, contra 38,5% del Sí.

El ministro griego de Finanzas, Yanis Varoufakis, también apuntó que Atenas debe volver a buscar un acuerdo con los acreedores internacionales. “Los llamaremos uno por uno para buscar puntos en común”, señaló en una declaración televisada

Tsipras exigió que desde hoy esté en la mesa de negociaciones el informe del FMI que pide la reestructuración de la deuda griega y que ve casi inevitable una quita de al menos el 30%. Un informe que los gobiernos europeos intentaron esconder.

Merkel está por su parte ante una decisión histórica y ante una crisis de confianza en el proyecto europeo que ella ha liderado en la última década. “El fracaso del euro significará el fracaso de Merkel”, titulaba este fin de semana el semanario alemán Der Spiegel.

Grecia está al borde de la asfixia financiera. Su futuro inmediato está en manos del Banco Central Europeo, que se reúne hoy para decidir si acepta la petición del Banco Central griego de aumentar los créditos de emergencia a la banca.

Su presidente, el italiano Mario Draghi, tiene tres opciones. Cerrar el grifo, algo muy improbable porque podría entenderse como un castigo político y conllevaría automáticamente al colapso de las entidades financieras. 

La segunda opción, poco probable, sería aumentar la financiación para dar aire a la banca griega. La tercera y más probable sería sostener el montante actual de liquidez para evitar el colapso bancario pero que a la vez obligue a Atenas a continuar con el corralito y los controles de capitales. 

Los bancos griegos no tienen ni 1.000 millones de euros de efectivo, según reconoció el viernes la Unión de Bancos griegos. Sin ayuda del BCE la única forma que tendría Atenas para evitar el colapso bancario sería una quita a los depósitos o, de nuevo, imprimir una moneda nacional.

La otra reunión clave del día será en París. François Hollande anunció que cenará hoy con Angela Merkel. Francia, y en parte Italia, llevan días intentando alejarse de la línea dura de Alemania y España. Anoche hablaron de “respetar la decisión democrática del pueblo griego” y de buscar “una solución a largo plazo”, que podría entenderse por abrir la negociación sobre la deuda siempre que Grecia se comprometa a un doloroso plan de reformas. Un acuerdo franco-alemán ayudaría a encarrilar la aprobación de cualquier plan en el Eurogrupo, el foro que reúne a los ministros de Finanzas de la Eurozona.

Berlín y París mostraron ayer diferencias. Sigmar Gabriel, líder de los socialdemócratas –en coalición en el Gobierno con Merkel- dijo que los griegos habían “quemado el último puente”. Horas antes, Emmanuel Macron –ministro de Economía e Industria francés- había advertido a Alemania del riesgo de intentar implantar un Tratado de Versalles para la

Eurozona. Fue el tratado que acabó con la Primera Guerra Mundial y que impuso tales condiciones a Alemania que tras una devastadora crisis económica ayudó al nacimiento del nazismo.

Europa había apostado a un escenario en el que una hipotética victoria del SI, cortando la liquidez a los bancos para forzar el corralito y lanzando una campaña que dejara claro a los griegos que el NO significaba “un NO a Europa”, haría caer a Tsipras, colocando a un gobierno técnico con el que negociar. La campaña del miedo no funcionó y cuando se despierten hoy, Bruselas y Berlín seguirán teniendo que sentarse a hablar con Tsipras.

Europa podría elegir cortar con Grecia. Atenas se hundiría, pero el golpe al proceso de construcción europeo dejaría una cicatriz difícil de borrar.

Fuentes: Clarín y Agencias
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